La diversión infantil
de hacer castillos de arena se ha convertido en una profesión para algunos
adultos, que con técnica, esmero y toneladas de arena logran impactantes
construcciones que ayudan a mejorar la imagen de las ciudades.
Además de grandes cantidades
de arena limpia y sin piedras, que hay que amontonar previamente, hace falta
bastante agua salada porque la sal actúa como pegamento, cristaliza y endurece
la arena, y herramientas como brochas o cortadores.
La presencia de los
artistas en las costas resalta la "belleza" de las playas, y además
"entretiene" a los visitantes, con lo que mejora la imagen de la
ciudad, ha afirmado a Efe el técnico de Playas del Ayuntamiento de Marbella
Francisco Bigas.
Muchos artistas han
encontrado en la elaboración de figuras de arena su
modo de vida, como Tomas Hamacek, un ingeniero en Zoología checoslovaco que
lleva seis años construyendo esculturas en la playa.
Una figura de gran tamaño, como el castillo que expone estos
días en Marbella, necesita diez toneladas de arena, mide tres metros de alto, y
"se prepara en tres semanas", ha explicado a Efe.
Para levantar un
metro de escultura hay que poner "como mínimo
50 u 80 centímetros fuera" a modo de cimiento, y una escultura de 10
metros de altura requiere una base de 200 toneladas de arena.
El montón de arena se moja bien para que ésta endurezca,
y en el caso de una figura grande se necesitan el primer día "unos diez
mil litros de agua", tras lo que se corta la arena de arriba abajo según
la imagen que se quiera representar.
Según Hamacek, la
media para concluir una obra se halla en dos semanas, sin tener en cuenta la
preparación del montón, que tarda en hacerse seis días.
Para mantenerla en
pie, hay que humedecerla a diario con tres mil litros de agua salada, cada hora
por el día y cada dos por la noche, esparcida gracias a un pulverizador, ya que
si la escultura se seca pueden desprenderse elementos de la obra.
"Si lo dejamos
sin mojar (el castillo), en una semana tenemos aquí un montón", ha
referido el artista.
Tener figuras de
arena expuestas es un "trabajo duro", pues se hace a pleno sol y se
puede llegar a trabajar dieciséis horas si no hay viento, sin días libres ni
festivos.
Como cualquier obra
de arte, es necesario cuidarla, una tarea en la que le ayudan dos personas, ya
que hay que mojar las esculturas, sacar el agua del mar en cubos y vigilarlas
porque este año le han destruido el castillo nueve veces.
Hamacek ha afirmado
que nunca repite y tiene exhibidas tres obras para alternar la construcción sin
que el público deje de disfrutar de su arte, y ha confesado que no le da pena derruirlas,
ya que tiene un catálogo de fotos con 140 obras distintas.
El creador, que
defiende la propiedad de autor, ha lamentado que de las diez mil personas que
pasan al día, la mitad no echa nada, y ha asegurado que muchas de ellas llevan
"cámaras que valen más de mil euros", pero no saben decir gracias ni
pedir por favor para tomar imágenes.
Según el artista, se
puede vivir de ello, pero cada día es "distinto", pues puede ganar
"quince, cien o cincuenta" euros, y es en verano cuando puede pagar "más
tranquilito" a sus ayudantes.
Otro artista es el
alemán Christian Dierl, quien trabaja cuatro horas diarias en los momentos en
que menos irradia el sol, y pasa 20 horas al día en la playa para cuidar él
solo su castillo, ya que contar con un ayudante le supone ganar diez euros
menos la noche.
Lleva tres años
modelando arena, una labor que aprendió en Roquetas de Mar (Almería) ayudando a
un amigo mientras cobraba 120 euros y buscaba chatarra, aunque también ha
cuidado figuras por la noche cobrando
15 euros.
La representación en
arena es un arte efímero, unas figuras permanecen expuestas un día, cinco, dos
semanas, o un mes y medio, todo depende de la magnitud de la obra, según Dierl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario