lunes, 5 de diciembre de 2016

Reportero Xue Li Sheeng

A quienes pasen por las calles de grandes ciudades chinas como Beijing, Shanghái o Guangzhou, les va a llamar la atención la profusión y diversidad de esculturas que adornan las urbes. Actualmente la escultura está emergiendo como un factor de ornato y de cultura en las ciudades chinas.
        Las esculturas son colocadas en sitios público, como plazas, parques, avenidas etc., y son expresiones artísticas que crean espacios estéticos y resumen la capacidad de creación de los autores. A la vez, llaman a la reflexión y la imaginación de la gente
 Una escultura no solo es arte decorativo sino también un reflejo de la cultura urbana. Cuando se habla de Nueva York, la gente siempre recuerda a  la “Estatua De La Libertad”, y cuando oímos hablar de Bruselas evocamos al  “Niño meando”.
        Desde 1911 hasta 1949 solo teníamos algunas esculturas en lugares públicos, como las de Sun Yat-sen y algunos monumentos conmemorativos de hechos históricos pero de pequeña magnitud.
        En los últimos años, la escultura urbana avanza mucho y se la encuentra hasta en los distritos más apartados. Según cifras estadísticas, las esculturas urbanas crecen en china en 2.3 por ciento cada año. Hasta ahora se cuenta más de 3 mil variedades o temas nuevos y hay esculturas de alta calidad artística que salen a otras partes del mundo.
        Es famosa, por ejemplo, la escultura “Fénix de Fuego”, que tiene una altura de 14,5 metros y causa una fuerte impresión; fue esculpida para conmemorar el catastrófico terremoto que en 1976 devasta la ciudad de Tangshan. El fénix, que mitológicamente renace de sus cenizas, simboliza el espíritu de despegue del pueblo.
        En 1997 fue terminado un conjunto de esculturas en conmemoración a la masacre de Nanjing en 1937. Hay en ese grupo extraordinarias esculturas como “El martirio del pueblo”, “Cabezas de victimas” y “Brazos en tierra” con fuerza y vigor impresionantes, evocan esa terrible orgía de sangre perpetrada por los invasores japoneses.
        “La columna china” es una de las esculturas más grandiosas y significativas, de 5 metros de alto, esculpida en mármol blanco con relieves. Es un símbolo de nuestra milenaria cultura.
        El famoso escultor Liu Kai Qu ha dicho que las obras escultóricas colocadas en las urbes son como ojos de la ciudad y cumplen una insustituible misión artística. Hay hermosa historia acerca de una escultura urbana, en Zhuhai (ciudad de la provincia de Guangdong). Una conocida escultura representa a una muchacha pescadora y la gente en Asia habla mucho sobre una leyenda acerca de esa chica.
        En la actualidad. La escultura urbana se ha desarrollado bastante. Escultores chinos también han dejado obras en diversas partes del mundo, como EE UU, Japón, Rusia, Francia, Canadá y Alemania. La escultura china ha salido al mundo. Generalmente, el nivel de nuestra cultura está aún en inicios concentrada en monumentos y representaciones de personajes. Queda por estudiar el arte abstracto.

        Vale la pena saber que la gente ya asimila el encanto de la escultura, y que es consciente de que no podemos vivir en un sitio sin arte ambiental. Por eso, numerosas obras escultóricas ganan las calles, como por ejemplo las esculturas que evocan personajes famosos. Todo esto significa que la escultura también hace historia difundiendo cultura antigua y presente, como expresión estética de alta calidad.

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